uchas veces se suele pensar a las tecnologías (TIC) como recursos para lograr la innovación pedagógica, cuando en verdad es solo un recurso que ayuda pero que no garantiza la transformación de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Por más tecnología que se disponga en un centro de enseñanza, el rol de los docentes y las habilidades pedagógicas presentes en ellos, son la clave de todo el proceso de mejora educativa.
Uno de los temas recurrentes, cuando enseño tecnología aplicada a la educación en la Universidad Internacional de la Rioja u otras instituciones, es la percepción que suelen tener los alumnos alrededor de la necesidad de dominar todos los aspectos técnicos de los diferentes recursos TIC, en el menor tiempo posible. Algo que se logra con práctica, pero sobre todo teniendo muy claro (antes, durante y después) el objetivo de aprendizaje que se busca lograr con sus estudiantes. Esto sin dejar de lado, la necesidad de fortalecer el pensamiento crítico y el conjunto de habilidades colaborativas, por ejemplo, que les permitan a ambas partes (docentes y estudiantes) sacar máximo provecho de las TIC, a la hora de producir saberes desde la amplia diversidad de información que hoy podemos disponer a un click.
Por más que deseemos que impere la visión minimalista de las potencialidades de las TIC, con la simple dotación de equipos dispuestos en el aula y en todos los escenarios formativos dispuestos para el ejercicio pedagógico de los docentes con sus estudiantes, debemos fomentar la capacidad de saber conectarnos, coordinarnos, producir y gestionar el tsunami informativo que nos llega diariamente, a través de los diferentes dispositivos y recursos que tenemos a nuestro alcance. Sin esto, la inversión que se haga solo servirá para reproducir viejos hábitos y aplicar modelos pedagógicos tradicionales, bajo soportes actuales, sin lograr sacar el máximo provecho técnico que las TIC pueden brindarnos para el ejercicio a cargo de los docentes.
El proceso de inclusión digital a nivel educativo debe ir aparejado de una transformación integral, tanto a nivel institucional como profesional, que ayude a los docentes a avanzar en el actual estado de transición en el que mucho de estos se encuentran, al momento de poner en marcha estrategias pedagógicas bajo los recursos y dispositivos digitales actuales. El fortalecimiento de las capacidades cognitivas de los docentes resulta muy importante, ante el escenario digital actual, sino queremos contribuir al aumento de la tasa de fracaso o frustración que muchos de los programas o iniciativas que se están llevando a cabo, tanto a nivel privado como público, suelen generar al interior del colectivo al que aludimos en este artículo. Ellos como resultado a que una alta tasa de profesores, pese a reconocer la importancia que tienen las TIC, siguen presentando niveles de aprovechamiento de las TIC bajo o medio. Algo que les enmarcaría en un tipo de docente cuyas capacidades de uso de las TIC están más orientadas a la realización de actividades enfocadas a la comprensión, análisis y aplicación y no tanto a la evaluación y creación de contenidos.
Artículo publicado en Colombia Digital.
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