Algo que puede facilitar el acceso al conocimiento, desde el intercambio e innovación generada desde comunidades de estudiantes y educadores interconectados alrededor del mundo, desde internet.
Un interesante estudio, llevado a cabo por la Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea y el Instituto de Investigación, Innovación y Tecnologías Educativas (UNIR iTED), ha dado cuenta de las diferentes ¨velocidades¨ cómo se está llevando la educación abierta en Europa. Ello como resultado, entre otras cosas por, como bien apunta este trabajo, la baja predisposición al uso que aún se tiene de las tecnologías, la resistencia al cambio cultural y la fragmentación de iniciativas que siguen dominando el escenario educativo abierto actual.
Como bien apuntan los resultados de este trabajo, las restricciones que siguen presentando las políticas aplicadas alrededor de la educación abierta en Europa, a la hora de relacionar esta con el concepto de Recursos Educativos Abiertos ha limitado la capacidad de los países europeos, a la hora de explorar nuevos modelos y recursos que puedan ayudar a aumentar el impacto de este modelo educativo.
Los resultados de este estudio guardan una estrecha relación con lo expuesto por entidades orientadas a la promoción de la Educación Abierta. Tal es el caso de lo expuesto por la Asociación de Educación Abierta, quienes apuntan la confusión que sigue estando presente a la hora de poner en práctica procesos de innovación al interior de los centros educativos.
Algo que, muchas veces, suele ser confundido con la imposición apurada de estrategias pedagógicas a través de las TIC, por ejemplo; cuando lo importante es aplicar estas desde la experimentación y conocimiento previo de su impacto real. Por tanto, más allá de la capacidad tecnológica que se tenga, a la hora de impulsar la Educación Abierta, uno de los aspectos claves para garantizar su promoción es la actitud aplicada, al momento de implementar procesos de innovación pedagógica orientada a tal fin.
Lo expuesto hasta ahora, se logra desde la puesta en marcha de acciones orientadas a:
- Concientizar en la necesidad de un cambio en el tipo de escuela que tenemos, ante los avances de la sociedad actual.
- Reconocer que la formación impartida a los futuros docentes no cuenta con la calidad suficiente para que estos cuenten con las competencias requeridas para afrontar las necesarias transformaciones dentro del sector educativo.
- Repensar los procesos de transformación que se están llevando a cabo en el conjunto del sistema educativo de cada país.
- Buscar experiencias innovadoras y transformadoras significativas, que ayuden a impulsar nuevas prácticas educativas.
- Cambiar la cultura educativa dispuesta en los sistemas educativos de cada país, con el fin de generar una actitud innovadora que ayude a reducir el escenario que se vive en el conjunto de los países europeos, según el estudio antes mencionado.
El conjunto de estas acciones, consideramos necesario aplicar, no solo a nivel europeo, sino en general. Sobre todo si extrapolamos los resultados obtenidos en el estudio realizado por la Universidad Internacional de la Rioja a nivel Europeo en otros contextos sociales, como puede ser el caso colombiano, donde considero que el escenario no dista de ser diferente, sino más pronunciado.
Artículo publicado en Colombia Digital.
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