Me considero un defensor de la puesta en marcha de pedagogías que ayuden a sacar máximo aprovechamiento de las TIC en contextos educativos, por encima de primar lo técnico dentro de este debate. Sin dejar de reconocer las posibilidades potenciales que brindan las TIC en la actualidad, el educador y la transformación y adaptación de los modos de enseñanza son la clave de una efectiva inclusión de los avances tecnológicos, en los procesos formativos de nuestros estudiantes. Quizás por esto, tengo varios años, en el que insisto a mis alumnos (futuros docentes) a no poner ¨el carruaje por delante de los caballos¨, a la hora de debatir este interesante tema.
Hace unos días concluyó la edición de 2018 del Mobile World Congress en Barcelona y el YoMo Barcelona (España) y muchas novedades se han visto, tanto en general como a nivel educativo. Con los avances en materia de internet de las cosas, la robótica, la realidad virtual y aumentada, así como la conectividad 5G y de telefonía móvil vistos durante estos dos eventos, queda claro que la tecnología sigue su proceso evolutivo y es necesario que las administraciones públicas avancen en garantizar las condiciones mínimas necesarias para que el conjunto de actores educativos saquen provecho de estos avances.
Los avances tecnológicos que hemos venido viendo en los últimos años, dirigidos a la escuela, corren el riesgo de ser ¨juguetes caros¨ si además de no contar con una generación apta de docentes para su aprovechamiento, los colegios no cuentan con una estructura mínima necesaria para el aprovechamiento de estos recursos.
El Estado colombiano ha presentado avances en materia tecnológica, incluyendo a nivel educativo, pero no por ello resulta preocupante cómo hasta ahora hay rasgos que siguen estando presente: 1) zonas del paísdonde no se puede garantizar que los estudiantes se puedan conectar a internet; 2) la aún baja penetración de programas como Vive Digital (para 2016 el Ministerio de las TIC mostró que este programa tenía un 31,9% de penetración a nivel nacional); y 3) los problemas de conectividad que sigue estando presente en el país, al seguir presentando importante rezago tanto en la velocidad de internet como en el coste por mega, son algunos de los retos que siguen estando presente a nivel país.
Los retos pedagógicos que hoy tenemos que afrontar requieren de un ancho de banda en condiciones, capaz de afrontar las posibilidades de empleabilidad total de los recursos y dispositivos tecnológicos que están surgiendo en el mercado y que cada vez más resultan accesibles. Si bien el Estado colombianoanunció a mediados de 2017 que la velocidad mínima en el país alcanzará a 25 Mbps, la realidad es que sigue siendo ¨lenta¨ y además no considero que se llevará a cabo de forma uniforme en todo el territorio. Sobre todo cuando, inclusive el director ejecutivo de la Comisión de Regulación de Comunicaciones en 2017 reconoció que apenas un 12% de la población contaba con oferta de banda ancha, y solo un 7% recibía más de 10 Mbps.
Insisto lo expuesto al comienzo de este artículo. Creo que la transformación de las escuelas, a través de las TIC, se logrará cuando los maestros hayan asimilado todas las competencias requeridas para sacar provecho pedagógico de estos los recursos y dispositivos digitales actuales. A pesar de ello, el país no terminará de garantizar este contexto si no garantiza un verdadero ¨salto adelante¨ en materia de accesibilidad tecnológica y conectividad de internet, que garantice un marco democratizado que permita a todos sus ciudadanos, sin importar donde vivan (centros urbanos o rurales). Hasta entonces hablar de Massive Online Open Courses, Entornos Virtuales de Aprendizaje o Learnnig Management Systems, gamificación, realidad virtual o aumentada seguirán siendo términos muy lejanos para muchos docentes y escuelas, ya que estas exigen altas inversiones en internet de alta calidad que proporcione alto rendimiento, que permitan soportar conexión de muchos dispositivos al mismo tiempo.
Artículo publicado en Colombia Digital.
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