Blog - Colombia y su liderazgo en materia de Big Data

El pasado mes de abril el gobierno colombiano definió la política de explotación de datos, a través del Big Data. Me parece una muy buena iniciativa, en especial si lo que se quieres es tratar es establecer un marco normativo que ayude a sacar máximo provecho de los datos para el desarrollo social y económico del país.

Como bien apunta el propio gobierno colombiano, hay elementos que justifican plenamente la búsqueda de mecanismos que ayuden a sacar más provecho de la ingente cantidad de datos que dispone naturalmente el país. Sobre todo si lo que se quiere es superar los retos inherentes a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, suscrito por todos los países miembros del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Pese al potencial uso que puede hacerse del Big Data público en Colombia y la iniciativa impulsada por el gobierno, considero que el país requiere de mucho más avance para hacer que la iniciativa adquiera las dimensiones de importancia que pudiese adquirir en el futuro.

Con el 51% de la información pública en digital, el 4% de las entidades en condiciones para avanzar consistentemente en la implementación del Big Data y del conjunto de procesos afines a ello y un 34% de entidades que han sido capaces de hacer uso de datos no estructurados, entre otros datos, la realidad colombiana dista de estar muy alejada de las condiciones idóneas para afrontar este tema, de forma efectiva. Un escenario que el propio gobierno reconoce en el Compes 3920, donde se establecen las 45 acciones que deberán ser afrontada por 10 entidades públicas, a cargo de las inversiones que desde 2018 hasta 2012 se han estimado (aproximadamente los poco menos de los 6 millones de dólares), alrededor de los 4 ejes estructurales tenidos en cuenta: la generación de datos digitales, la cultura de los datos, el capital humano para la explotación de datos, y el marco jurídico, ético e institucional.

Los tres principales problemas que juegan contra esta política, a mi modo de ver, es: la escasa inversión, la falta de estudios interdisciplinares y centrados a nivel país, sobre el tema abordado; pero sobre todo, la falta de capital humano para poder afrontar todo el cambio estructural que se requiere hacer para lograr las metas establecidas en él. La inversión destinada en el Compes resulta muy baja a mi modo de ver, si tenemos en cuenta que el diagnóstico del contexto hecho en dicho documento no resulta sencillo de afrontar. Además, se necesita fomentar mucha inversión que promueva una mejor comprensión del ecosistema humano e institucional desde el que se pondrá en marcha esta política. Sin olvidar que no basta con personal técnico, del mundo informático, sino con el personal directivo y profesional ajeno del área (e.g. provenientes de las ciencias sociales y educación), que sean capaces de dar valor social añadido a los datos. Quizás este segundo tema sea muy relevante porque, más allá de ¨saber hacer técnico¨  se requiere de personal que esté ¨abierto¨ al cambio y sea capaz de ver más allá de lo actualmente establecido para romper los hábitos y ¨formas de hacer¨ que han empleado hasta ahora.

Lo establecido por el gobierno colombiano, insisto, creo que es una carta de intenciones muy relevante, pero hay cosas que no se resuelven solo con dinero o inversiones. En los últimos 2 años he estado intentando promover propuestas orientadas a lo establecido en dicho documento, con el fin de aprovechar programas científicos como Colombia Científica, y el más grande escollo que no logramos superar fue contar con el respaldo institucional y humano, los cuales incidieron en contra de la idea expuesta en el Compes. Sobre todo, no contar con interlocutores directivos, académicos y técnicos capaces de construir puentes de trabajo colaborativo, que lograsen llegar a la compleja relación de conceptos (no solo técnicos sino sociales, académicos y de negocio, por ejemplo) que giran alrededor del Big Data, desde las diferentes perspectivas disciplinares de cada uno de ellos. Sobre todo si tenemos en cuenta que el 70%-80% de los proyectos relacionados con esta política están destinadas al fracaso, ya que así ha sido la tendencia general del sector al que centra su mirada.

 

Artículo publicado en Colombia Digital.


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