El debate actual no creo que sea reconocer la importancia de avanzar en torno a la industria 4.0 sino el cómo hacerlo sin comprometer la formación de ciudadanos (no usuarios), cuál debe y será el rol de la filosofía, humanidades y ciencias sociales para lograr una inclusión social óptima, no solo para los mercados sino para la sociedad colombiana.
Creo que toca escoger, queremos ser profesionales del siglo XXI incapaces de pensar como ciudadano, o impulsar acciones que ayuden a quitarnos esta borrachera de encima y empezamos a tomar consciencia individual y colectiva alrededor de la importancia que tiene la formación ciudadana y humanística, en estos tiempos digitales que vivimos.
Como bien diría Lisa Graves de la
Unión Americana de Libertades Democráticas ¨La historia demuestra que recortar las libertades en
tiempos difíciles nos hará lamentarlo como una traición a nuestros valores fundamentales¨
El uso de datos personales, la influencia de las redes sociales en la información y la construcción de una sociedad digital han impuesto responsabilidad en el usuario.